Mi corazón ha sido perfumado por paisajes en su presiego abierto, cambiante en su estación que en su mezcla acompaña a los aromas y sabores de pucheros ,
Esos amaneceres frios de desayunos tan tempranos. Esas noches estrelladas aromatizadas con el café a la lumbre. Esas tardes calurosas de verano con esas ensaladas fresca de tomate y albahaca que aun perdura su aroma en mi mente . En Invierno , ese olorcillo a sopa y a leña que te calentaba el alma.... ese pan recién hecho con esencia de monte y de tierra que se han tejido en la lumbre .
Ese sabor a Extremadura.